Mientras desarrollaba su faceta de creadora, descubrió su fascinación por el coleccionismo, que le ha llevado a buscar y comprar piedras preciosas a lo largo y ancho de todo el mundo. “Su propósito era el de encontrar gemas que fueran un paso más allá, con cualidades diferentes”, afirma Mar Juan.
“Esta colección empezó, como empiezan muchas colecciones, con un enamoramiento”, confiesa Pilar Garrigosa. “Paseando por Montreal, en el Otoño de 1987, me topé con una galeria de joyas de arte contemporáneo. Era la galeria de Jocelyne Gobéil y en la vitrina había un tipo de joyas que yo no había visto nunca. Me enamoré locamente de un collar de plata de Barbara Stutman. No lo pude resistir y me lo compré.” Barbara Stutman era una de las artistas pioneras de la nueva joyería en EEUU.
Su trabajo en Elisava la conectó con varios artistas internacionales a los cuales invitaban a venir a Barcelona, entre ellos al italiano Giampaolo Babeto, quien la puso en contacto con otros orfebres compañeros suyos del Instituto Pietro Selvático de Padova. “Entre todos me convencieron de que tenia que exponer sus trabajos en Barcelona. Y así fue, desde el año 1993 estuve montando exposiciones en mi casa particular, y más tarde abrí la Galeria Magari”. Durante su existencia, la galería representó a más de 40 artistas y organizó alrededor de 15 exposiciones temáticas hasta su cierre en el año 2000. Esto, y los viajes a galerías extranjeras, hizo que fuera aumentando su colección.
En la muestra que podrá verse en Misui se compilan 72 piezas propias y 18 piezas de otros autores. Anillos, broches, brazaletes, pendientes y collares componen una instantánea singularísima de una parte de la joyería contemporánea europea de los últimos 70 años. Las creaciones de Pilar Garrigosa, además de exponerse, estarán a la venta.